El naming es el proceso de creación de un nombre de marca para tu servicio o emprendimiento.
De acuerdo al tipo de servicio que brindes, podrás optar por utilizar tu nombre personal o crear una marca fantasía.
Lo primero a definir para la elección del nombre es tener una idea definida de tu propuesta. La marca deberá reflejar el espíritu del emprendimiento.
El nombre en sí mismo puede o no transmitir el tipo de servicio que brindás. También podés elegir un nombre fantasía que no tenga un significado concreto. En ambos casos la marca puede estar acompañada por el llamado “pie de marca” o “tagline” frase que en pocas palabras explica el rubro o tipo de servicio. Por ejemplo: Camila Rodríguez (Masaje Ayurvédico).
En todos los casos debés tener cuidado de que el nombre elegido no esté siendo utilizado por ningún otro proyecto. Para esto es recomendable realizar una búsqueda online, chequeando si hay alguna marca del mismo o distinto rubro con el mismo nombre.
Para una mayor formalidad y si quisieras registrar la marca para evitar futuros inconvenientes, podés chequearla en el registro de marcas (en Argentina el INPI).
Utilizar tu nombre personal
Como marca es ideal cuando tenés una reputación y cuando tu servicio es unipersonal. Esto no implica necesariamente que seas vos solo o manejes un emprendimiento mayor, pero en caso de que brindes un servicio personalizado, esto puede ayudar a reforzar ese concepto. Elegir tu nombre como marca aportará cercanía y confianza.
Comercialmente también te expone de manera más directa, lo cual puede tener sus beneficios y sus contras.
Utilizar un nombre fantasía
Te da la libertad de crear una marca que comunique en sí misma lo que quieras transmitir. La marca puede destacar un beneficio del servicio, puede dar cuenta de la actividad. También puede ser un nombre fantasía sin un significado concreto, pero que le otorgue a la marca una característica o sensación, un nombre inventado que remita a algo particular.
Tener un nombre de marca fantasía puede darte la posibilidad a futuro de ampliar tu estructura sin ser vos el único referente.
Para tener en cuenta a la hora de crear el nombre
- Que no connote algo que no desees transmitir.
- Que sea fonéticamente agradable.
- Que sea fácil de pronunciar o de reproducir.
- Pegadizo, fácil de recordar.
- Flexible, que te permita crecer o trascender.
Para el naming no hay reglas fijas, cada caso es diferente y la elección es personal.
La marca es la imagen verbal y gráfica de tu proyecto, por este motivo debe ser coherente desde su nombre y su logotipo, hasta la calidad y características del servicio en sí mismo.
La imagen y valor de marca se van creando a lo largo del tiempo con la experiencia y reputación de la empresa. Es por eso que es tan importante cuidarla y hacerla crecer en paralelo al crecimiento del negocio, cuidando cada detalle de la comunicación de la misma.
¿Qué camino elegís? ¿Con qué nombre imaginás tu proyecto?